10 riesgos actuales en la industria automotriz

La industria automotriz en México está en riesgo y los analistas no se pueden poner de acuerdo pero es una realidad. Los dos grandes factores son la regulación y la demanda.

Un gran cambio está creando presión a los fabricantes de automóviles para que reconsideren aspectos como lo son el cambiar su base de suministros y ubicaciones de fabricación y es de suma importancia considerar la ley aduanera ya que se viene con cambios drásticos.

La industria automotriz juega un gran papel dentro la renegociación del Tratado de libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ya que podría alterar requisitos que podrían afectar a México; del mismo modo la Asociación Transpacífica (TPP) podría hacer que las empresas cambien su base de suministros para buscar proveedores de otros países y cumplir con sus requisitos de contenido de América del Norte, lo que resulta en alterar y limitar el acceso a México.

De acuerdo a las preferencias de los consumidores es que aumentará la demanda ya que se consideran los tipos de vehículo y la demanda geográfica.

Según Global Insight, empresa que pronostica el futuro económico, financiero y político de países e industrias, la principal causa es el traslado de la producción a Estados Unidos de Norteamérica y Canadá. Earnst & Young, asegura que las mayores amenazas serán la India y China por sus precios de mano de obra y producción.

Acorde a la firma EY, otro riesgo considerado alto es el desconocimiento de las leyes de los mercados emergentes. Las empresas entran a diferentes mercados de los endémicos y se enfrentan con las leyes y regulaciones de la industria que no llegan a comprender, lo que puede significar en un alto riesgo legal al que pueden ser sometidos de no seguir las normativas del país.

Un tercer riesgo es el control de costos y la disminución de inventarios no sólo a nivel nacional sino también internacional. Este riesgo está relacionado con la demanda que quiere decir que los Tier trabajan bajo pedido en lugar de tener inventario disponible, esto para reducir costos.

En la cuarta amenaza entraría la antigüedad de la fuerza productiva con los fondos de pensiones y costos de retiro.

La quinta el precio de los carburantes. En México los precios de la gasolina van en el alza ya que depende directamente de la devaluación del peso frente al dólar.

El sexto riesgo es el cambio de la demanda por vehículos más eficientes en el consumo del combustible. Algunas empresas, como Chrysler han optado por el uso de la estrategia en motores V8 y, al menos en EUA, se encuentran en problemas porque no ofrecen plataformas con motores pequeños que sean realmente eficientes.

La séptima amenaza refiere a todo sobre los proveedores y a los fabricantes, ya que los primeros  están ahorcando sus márgenes de utilidad debido a la baja que ha habido en ventas y a la mandatoria reducción de costos a la que los fabricantes están sometidos. Los principalmente afectados son los que tienen relación con las marcas americanas. Sin embargo, en México afortunadamente existe la PROSEC que da el permiso de importación con aranceles ad-valorem preferencial.

La octava tiene que ver con la capitalización de ciertas compañías gracias a la entrada de fondos de inversionistas que no precisamente conocen en dónde están invirtiendo exactamente. Como es el caso de Chrysler que posee del fondo Cerberus como cabeza de la empresa sin saber con certeza las intenciones de dichos fondos.  

La penúltima amenaza tiene que ver con los lanzamientos fallidos de ciertos modelos de automóviles como lo fue el Dodge Avenger o el Chrysler Cirrus mismos que no han tenido  éxito en el mercado norteamericano.

La última amenaza es el ajuste que se debe hacer a los vehículos debido a ciertas regulaciones ambientales y de seguridad de algunos mercados. Por lo anterior los costos de producción aumentan ya que se le deben añadir aditamentos y por lo mismo los márgenes de utilidad disminuyen drásticamente.

Cierto es que la industria automotriz está pasando por una etapa difícil y lo que las empresas deberán hacer será reinventar productos, re-ajustar y alinear estrategias y por último empezar a reducir inventarios para producir por demanda y así aumentar utilidades.

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